La vieja cabeza abajo
Una joven estudiante de secundaria en el año 1994 aprovechaba las tibias tardes de septiembre para completar sus tareas en una habitación cómoda, cerca de la cocina donde su madre preparaba con paciencia la cena de esa noche. Al parecer ya iba terminando con todos los temas de estudio, entre libros de consulta, lápices, gomas y lapiceras, decidió hacer un paréntesis y llegarse a la cocina para charlar algo con su madre, y de esa manera despejaba su mente.
Una vez que cumplió con su cometido regresó a su mesa de trabajo, acomodó dentro de su bolso escolar las diferentes carpetas, y se sentó con la satisfacción de la tarea cumplida. En eso que levantó la mirada, observó en la parte superior del lado de afuera de la ventana, un mechón blancuzco despeinado que caía desde arriba, lentamente, la cabellera bajaba y apareció la cara de una anciana con ojos desorbitados, que cabeza abajo la miró más de un minuto.
Atónita, la adolescente siguió con la mirada cómo la vieja, cabeza abajo, subía su amplia cabellera. Luego de unos instantes, llamó con voz baja a su madre, y le dijo que se fijara quién estaba arriba de la casa. La madre encendió las luces exteriores de la casa y comenzó a subir por la escalera al techo. Con una linterna alumbró toda la parte superior, buscando en diferentes lugares, pero no encontró nada… La perrita de la familia no quiso subir, se la notaba nerviosa, tal vez con algo de miedo.
La madre al bajar tranquilizó a su hija diciéndole: "no hay nada", y preguntó a la vez "¿Qué Viste?". La Joven respondió, luego de una pausa: "fue una sombra, nada más… Quizás fue sólo mi imaginación". Después de cenar en familia, todos se dispusieron a descansar.
Por turnos fueron ocupando el baño para ir a la cama, y cuando la joven ingresó, a través del espejo pudo ver el mechón blanco despeinado, esta vez por la ventanita del baño. Giró su cabeza y volvió a ver la cara de la anciana que boca abajo la miraba con esos ojos desorbitados… Esta vez tiró el vaso, el cepillo de dientes, y grito con desesperación a su madre… Nuevamente buscaron en el techo y en los alrededores de la vivienda, otra vez no encontraron nada. El misterio de la “Vieja cabeza abajo” continúa hasta ahora, sin encontrar una verdadera explicación.
